Una bomba de tiempo: 25 años del disco cúspide de Rancid

Escrito por Espíritu animal

Rancid en Amsterdam (1995). Foto por Martyn Goodacre.

Rancid en Amsterdam (1995). Foto por Martyn Goodacre.

“¡Kurt Cobain está muerto!” era lo que pensaba una nueva generación de seguidores del grunge y similares. Ahora estaban en un purgatorio y serían quienes empezarían a buscar ritmos más melódicos o veloces para refugiarse. Uno de esos caminos es una mezcla de sonido de punk, hardcore, ska, reggae, algo de dub y funk. Esa variación rítmica con punk como plato fuerte, es lo que hizo que …And Out Come the Wolves pasara a la historia como uno de los álbumes más valiosos, no solo del punk sino de la música en general. Seguramente es el álbum más popular de Rancid y por eso fue Disco de Oro en 1996 y Disco de Platino en 2004.

Los sencillos de este disco fueron “Time Bomb”, “Ruby Soho” y “Roots Radicals”. Los tres hicieron parte de la lista de Billboard 200, alcanzando el puesto 8 con su mayor éxito, “Time Bomb”. Para seguir hablando del álbum que cumple 25 años, hay que decir que es el golpe final de tres discos de larga duración que juntos completan una especie de trilogía de años consecutivos que tuvo inicio con Rancid, primer LP bautizado con su homónimo, tal como lo hicieron los precursores y creadores del punk rock, The Stooges (1969), New York Dolls (1973), Ramones (1976), y The Clash (1977).

 
Portada …And Out Come the Wolves.

Portada …And Out Come the Wolves.

 

Luego de la salida de Operation Ivy, Tim Armstrong de la mano de su amigo de la infancia, Matt Freeman le dan vida a Rancid en 1991 e inician reclutando a Brett Reed para que tocara la batería. Reed, aparte de ser un buen skater, como se puede evidenciar en el videoclip de “Hyena”, segunda canción del LP Rancid, también es un baterista veloz con hermoso punch. Quizás algo tendrá que ver que sea altamente influenciado por The Pixies.

Estaban listos, y firmaron con Lookout Records para conocer la luz con su EP Rancid en 1992. Eran un trío con dos zurdos, Tim y Brett, más unas líneas de bajo tocadas por Freeman, un animal con bajos fuera de lo común en el mundo del punk rock, con el uso de escalas y arpegios, sumado al detalle que él mismo reveló en una entrevista donde se refirió a que su estilo fue influenciado desde el inicio por John Entwistle, bajista de The Who, que por lo general usa un pick grueso, pero que a veces toca con los dedos de una manera impecable. Esto se puede evidenciar en cualquier canción de Rancid, un sonido aplastante que sumado a las guitarras que por momentos parecen ser muchas más, unos solos sucios que aumentan la adrenalina en cada respuesta, la voz desgarradora  y única de Tim,  baterías precisas y como si no fuera suficiente, el bonus por momentos de una voz más ronca por parte de Freeman. Es el resultado de su primer LP. Juntos consiguieron hacer camino hasta el punto de ser consagrados como una de las bandas que le dieron un tercer aire al punk rock.

En el segundo álbum, Let's Go, tenían la dura tarea de superar lo alcanzado en la primera aparición y hacer que la segunda parte no quedara como algo forzado. Es entonces cuando la banda recibe a su segunda guitarra. En principio colaboró un chico durante un tiempo quien también compuso con Tim Armstrong la canción "Radio", uno de los éxitos del segundo álbum y de la banda. Este buen hombre decidió hacerse a un lado de Rancid, poner su cabeza de lleno con su “emprendimiento” y crear su propio proyecto bautizado Green Day. Sí, ese chico sería el futuro líder de Green Day, Billie Joe Armstrong.

A su salida entró Lars Frederiksen, quien se había negado pero gracias a la vida y al punk decidió aceptar hacer parte de la alineación hasta hoy. Ahora eran cuatro los que creaban la segunda entrega mucho más fresca, más mainstream, pero igualmente arrolladora como se puede percibir en “Radio”, o más digerible y lenta en relación a las otras canciones, pero a su vez más cargada en su contenido y trasfondo, donde Tim está lleno de tantas cosas por decir, que 22 nuevas canciones no son suficientes para cantar, o mejor rasgar toda una vida de duras experiencias, de líos con las drogas y la depresión.

Rancid con Billie Joe Armstrong.

Rancid con Billie Joe Armstrong.

Muy seguramente todas las canciones que escribe Tim salen de su recorrido, pero “Salvation”, es algo bien especial. Es el resultado de una historia de problemas con el alcohol desde la adolescencia de Tim, que entraba y salía de la desintoxicación y que en 1991 toca fondo agotando todas sus posibilidades, y es entonces cuando decide ir por unas semanas a un refugio del Ejército de Salvación (Salvation Army). Tim cuenta que todo el asunto en ese grupo evangélico era tan patético que de eso se trata “Salvation”. No pasó por nada de los 12 pasos, no fue a rehabilitación. Pero a partir de ahí se acabó el asunto de las drogas y una vez salió sucedió Rancid. La manera más segura de superar cualquier mal, la música.

En Let’s Go, Rancid tiene todo lo mejor del inicio del punk y llegó para cambiarlo todo. Incluso antes de la creación de la banda, ya marcaban historia en los lugares que pisaban. Seguro desde entonces le ponían su magia o mejor, sin nada de trucos especiales dejaban la piel de la manera más cruda para sorprender a quien los viera dar lecciones de punk rock, como en el Barrington Hall, famoso en UC Berkeley, el mismo lugar donde Tim Armstrong años atrás (exactamente en 1987) tocaba con Operation Ivy junto a Matt Freeman en un concierto con NOFX, donde también tocaron los Dead Kennedys. Allí, un niño de 15 años se le acerca a Tim antes del espectáculo y dice: “Yo no puedo entrar, está agotado y quiero verte tocar. Tenemos el mismo apellido”. Tim dice que metió a este niño por la parte de atrás del lugar, a través de la cocina, y que esa fue probablemente la primera vez que Tim conoció al ya nombrado Billie Joe.

El 22 de agosto de 1995 nace … And Out Come the Wolves, el disco que sería la cúspide para Rancid. Tiene todo para ser un disco de lujo, empezando por su carta de presentación, una portada con Lars Frederiksen sentado en unas escaleras. Él lleva unas Martens y una cresta mientras mantiene la mirada hacia abajo, una imagen que denota desgaste y recorrido, que resume el punk, todo lo sufrido y vivido a este punto por su líder Tim, y que además rinde tributo a Minor Threat, una banda de hardcore punk de los años 80 que hace parte de las influencias de Rancid.

Una vez más, al igual que sus anteriores entregas y luego de un ir y venir firmaron con Epitaph Records, un sello fundado y dirigido por el guitarrista de Bad Religion, Brett Gurewitz. El productor del disco fue Jerry Finn, una mente brillante y legendario productor que falleció en el 2008 a sus 39 años, protagonista en las nuevas generaciones del punk rock, trabajando en la mezcla y/o en la producción de las bandas más importantes: The Offspring, The Vandals, Pennywise, Sum 41, Bad Religion, AFI, MXPX, Fenix*TX y en lo que pueden ser los discos más memorables para Green Day y Blink-182,  Dookie (1994) y Enema of the State (1999). Y por supuesto el homenajeado de Rancid, ...And Out Come the Wolves (1995), un disco que se convirtió en un icono, que tomó riesgos de dejar un poco el sonido sucio para hacer algo más elaborado y reconciliarse con el ska sin olvidar la calle, su oscuridad, el argumento underground y todo lo que esto conlleva. Un discurso anti-sistema, anti-consumo, nihilista, reivindicador de la clase trabajadora, puro punk, ese mismo que llevó a la fama a The Clash, y es que el mismo Tim lo dijo al referirse a que la música de Rancid puede parecerse un poco al punk rock inglés de finales de los 70 y que gran parte del nuevo álbum de Rancid podría haber encajado en la lista de reproducción de un John Peel de 1978. 

Pero el thrash de California de los 90 no es el punk inglés de los 70. “The Clash fue una gran banda, y los amo muchísimo”, dice Armstrong, “pero, amigo, hemos creado nuestra propia maldita cosa. Por un lado, no tenemos un tipo que cante así, y por otro, hicimos dos discos de puro y jodido thrash de California. Y crecimos escuchando Bad Religion, no música soul y pub rock inglés, o lo que sea que inspiró a Joe Strummer. Creo que la actitud y el espíritu pueden ser similares, y Rancid y The Clash pueden haber tenido una educación similar de clase trabajadora, pero ahí es donde termina”.

Creo que Tim se refiere a que Rancid viene de lo común, un poco de lo complicado del día a día y que solo si se vive y se le echan ganas con amor y rabia, la basura puede ser transformada en algo bello. Por si hay dudas, cuando Rancid comenzó como un trío sin Frederiksen, tocaron en los mismos bares pequeños que Operation Ivy. Armstrong era mesero en pizzerías de Telegraph Avenue; Freeman trabajaba como repartidor. La cooperativa que dirigía el 924 Gilman Street acordó dejar que la banda “Rancid” ensayara en el club de forma gratuita si limpiaban el lugar después de los conciertos habituales de Gilman los fines de semana.

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Este disco es el resultado de todas las vivencias y perseverancia, saltaron de pequeños bares a tocar en los festivales más importantes del planeta. Esta tercera entrega es una obra crucial para la historia del punk, es callejero y al mismo tiempo bailable. Muchos han podido ser testigos y verlos en vivo en shows memorables, como por mencionar, el 23 de marzo del 2017 en Bogotá, Colombia (única vez que los he podido ver en vivo).

Ver al ensamble completo de las leyendas vivientes tocando todos sus clásicos, ahora himnos, es una deuda que teníamos los amantes de Rancid, que a ese punto tuvimos que esperar 25 años para poder verlos en acción. Un día para la posteridad y para saber que el punk rock no es nostalgia, está entero, el ruido es euforia, y que al ver la portada proyectada inmensa del …And Out Come the Wolves y la alineación comandada por Tim Armstrong y Matt Freeman, la rebeldía y todas la experiencias personales vividas por cada asistente a un show de Rancid saldrán a flote. Y no solo en el momento de verlos en vivo, sino cada vez que suenen los 19 tracks de la tercera entrega de Rancid, de alguna manera se puedan revivir las raíces de todo lo que define una posición y puede ser concebido de manera personal como “punk”.

Escucha …And Out Come the Wolves:


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