La segunda vida de “I Wanna Be Yours” de Arctic Monkeys

Escrito por G.

Arctic Monkeys en 2013. Foto por Zackery Michael.

Arctic Monkeys se están codeando en el Top 50 de Spotify con Bad Bunny, Rosalía y Harry Styles. Pero una de las canciones más escuchadas de la banda inglesa por estos días no es de su nuevo álbum The Car. De hecho, se trata de “I Wanna Be Yours”, una balada de hace casi una década que no escribieron ellos y que nunca lanzaron como sencillo.

El fenómeno del renovado impacto que pueden tener canciones viejas gracias a las redes sociales no es nuevo. Se ha visto en grandes ejemplos recientes como “Space Song” de Beach House, que se volvió viral en TikTok y ahora tiene más de 500 millones de streams, y las omnipresentes “Running Up That Hill” y “Master Of Puppets”, ambas de hace más de treinta años, que volvieron a pegar gracias a la cuarta temporada de Stranger Things

Según Spotify, hoy en día casi una tercera parte de las canciones más escuchadas en la plataforma son del catálogo antiguo de los artistas. En el caso de la balada de Arctic Monkeys, la facilidad actual para redescubrir canciones le dio nueva vida a una canción con una historia que se cruza con el origen mismo de la banda.

Cuando Alex Turner, vocalista y líder de los Arctic Monkeys, era solo un adolescente rebelde que no ponía atención en clase, un día escuchó a su profesor leer algo que lo impactó de inmediato. Era el poema “I Wanna Be Yours” de John Cooper Clarke.

“Yo era el típico adolescente, tratando de ser cool y desinteresado, y el maestro procedió a leer ‘I Wanna Be Yours’, imitando a ‘Johnny’ [Cooper Clarke]”, explicó Turner. “Hizo que mis oídos se agudizaran porque no se parecía en nada a lo que había escuchado”.

Algunos años después, cuando apenas estaba formando la banda, Turner tuvo la oportunidad de ver una presentación en vivo del poeta punk, y resultó ser una experiencia formativa para su vida y para la banda. “Si no lo hubiera visto haciendo lo suyo, no habría comenzado a escribir así”, reafirmó Turner.

John Cooper Clarke en Londres, 1980. Foto por David Corio/Redferns.

Esa noche pudo conocer a John Cooper Clarke y le contó sobre el grupo que estaba armando llamado los Arctic Monkeys, a lo que el poeta respondió: “¡Ah, ese es un gran nombre!”. Alex Turner no lo podía creer. “Es la primera y única persona a la que le ha gustado el nombre”, recordó en una entrevista con Spin.

John Cooper Clarke, quien lanzó varios álbumes a finales de los 70 y en los 80, tuvo su mayor reconocimiento abriendo conciertos de bandas como los Sex Pistols, Joy Division, y Buzzcocks, donde recitaba sus poemas crudos a toda velocidad.

Sus rimas rápidas y repetitivas, compuestas de observaciones, jerga inglesa y humor negro fueron inmensamente influyentes en las letras de Alex Turner. Esta influencia se evidencia especialmente en las canciones más descriptivas y verbosas de la banda, como “From The Ritz To The Rubble” o “Fluorescent Adolescent”. Incluso en la versión física de este sencillo del 2007 le pidieron a Clarke unos versos para la contraportada. 

Pero fue hasta AM, álbum de 2013 en el que Arctic Monkeys combinaron riffs del hard rock de los 70 con producción contemporánea de hiphop, que Alex Turner llevó la influencia de Clarke a su máxima expresión, cerrando el disco con una versión del poema que tanto lo había impactado en el colegio.

“Un día estaba sentado con mi grabadora de cinta y tenía este riff que había grabado, y me senté con audífonos puestos y comencé a cantar la melodía y a decir esa línea, ‘I want to be yours…’, y me acordé de su poema, como, ‘Oh, mierda. Tal vez podríamos hacer que encaje de alguna manera’”, recordó Alex en una entrevista con Under The Radar.

Luego el productor James Ford sugirió darle una sensación de balada lenta, y a Alex le gustó aún más. “Pensé que esa melodía dulce y sexy con un poema de ‘Johnny’ Clarke serían una yuxtaposición increíble. E improbable”, dijo Alex. “Es un buen guiño a quien realmente fue una gran inspiración para mí cuando comencé a escribir letras”.

Transformando el poema original con sus propios arreglos, melodía y un nuevo puente, Arctic Monkeys le dieron un nuevo peso a la historia de amor que Clarke cuenta a través de objetos cotidianos.

“Todo el crédito a mi colega letrista Alex Turner por detectar el corazón romántico de este escrito, que yo siempre interpreté como algo desechable para hacer reír”, agregó Clarke. “Lo que ha hecho aquí es algo muy difícil, ha convertido un poema en una canción”.

El resultado de esa combinación es que “I Wanna Be Yours” es imposiblemente sexy y onírica. La canción suena casi como ASMR, induciendo calma y placer con la profundidad de sus texturas. El ritmo lento lo lleva un drum machine antiguo marca Selmer. “Es la primera vez que hemos hecho eso”, le contó Alex Turner a NME.

Alex Turner de Arctic Monkeys, 2013.

La reciente popularidad de “I Wanna Be Yours” gira en torno a una serie de videos en TikTok que utilizan una versión acelerada de la canción y van mostrando la letra en momentos cotidianos, como en un mensaje de texto o escrita de diferentes maneras alrededor de la casa.

A esa velocidad, la voz de Turner suena menos adulta, más adolescente y los efectos e instrumentos más similares al indie pop casero calcado por miles de creadores en TikTok. Pero ni eso le resta fuerza a la canción.

“Escuchar ‘I Wanna Be Yours’ no es suficiente. Necesito inyectarla en mis venas y sentirla pulsando por mi cuerpo. Necesito respirarla y vivirla”, escribió una usuaria en Twitter. Otra fue un poco más directa: “‘I Wanna Be Yours’ es un orgasmo auditivo”.

Entre diferentes gustos musicales, nuevas tecnologías, sentidos del humor, modos de vestir y tantas otras cosas que separan a las generaciones, Alex Turner se volteó hacia una de sus primeras influencias para encontrar una fuerza que nos une, y creó una canción eterna.

“Lo que es”, dijo John Cooper Clarke en NME, “es la cosa clásica de querer hacerte útil para el objeto de tu deseo, llevado a un grado patológico”.

 

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