London Calling: La historia de la foto más icónica del punk

Escrito por G.

 

Paul Simonon de The Clash en 1979. Foto por Pennie Smith.

 

Paul Simonon no estaba acostumbrado a tocar frente a un público inmóvil. El bajista de The Clash se había curtido en la escena de punk londinense, donde la banda tocaba en bares y salones de baile ante audiencias de pie completamente frenéticas.

Pero durante la primera gira de The Clash por los Estados Unidos en 1979, la banda frecuentaba teatros con asientos fijos y guardias que se aseguraban de mantener a todos los asistentes pegados a sus sillas. Fue una noche como estas, en el Palladium de Nueva York, cuando Simonon perdió el control y soltó toda su frustración por la baja energía del show.

“Estábamos acostumbrados a recibir una respuesta muy emocionante de nuestra audiencia, saltando y bailando", recuerda Simonon. En el Palladium, “la audiencia estaba congelada y no recibíamos ninguna respuesta de ellos, sin importar lo que hiciéramos”.

El bajista elevó su preciado Fender Precision por encima de su cabeza como un leñador con su hacha, haciéndolo caer con toda su fuerza contra la tarima, destruyendo su instrumento en el proceso.

“Generalmente tengo buen carácter, pero reprimo las cosas, y luego soy como un interruptor de luz que se apaga y se enciende, y puede ser bastante aterrador, incluso para mí, porque es muy repentino”, dice Simonon. “En el escenario esa noche, estaba tan frustrado con esa multitud que cuando todo llegó a un punto de quiebre comencé a cortar el escenario con la guitarra”.

Justo a ese lado de la tarima se encontraba la fotógrafa Pennie Smith, quien capturó el momento en una de las imágenes más icónicas de la historia del rock & roll. Parece un acto del destino, ya que Smith por poco acepta una invitación a salir con amigos en vez de cubrir el concierto, y normalmente se hacía del otro lado, junto al guitarrista Mick Jones.

“No fue una elección tomar la foto”, explicó Smith en una entrevista con The Guardian. “Mi dedo solo se disparó”.

Joe Strummer de The Clash en 1980. Foto por Pennie Smith.

Unos días después, el vocalista Joe Strummer eligió la foto para la portada de London Calling, el álbum que The Clash iba a lanzar a finales de ese año, hoy considerado uno de los álbumes más influyentes de la historia.

“Yo dije, ‘Está completamente fuera de foco, ¡no funcionará!’”, cuenta Smith. “Pero Joe no aceptó. Dijo: ‘Esa es la foto’. Así que pensé: ‘OK, no voy a discutir. Es tu maldito álbum, sigue adelante’”.

Luego el ilustrador Ray Lowry decidió combinar la fotografía con el diseño y la tipografía del primer álbum de Elvis, haciendo referencia a las raíces del punk al mismo tiempo que rompía con cualquier tradición.

La diversidad de estilos que The Clash explora en su obra maestra—combinando reggae, ska, rockabilly y pop con un valor de producción inusual en el punk—así como las letras afiladas de Strummer, generaron una ruptura que se encuentra perfectamente expresada en la imagen de portada.

Elvis Presley (1956), London Calling (1979).

Desde la primera vez que Pennie Smith conoció y retrató a The Clash en 1976, supo que eran diferentes. Ella era una fotógrafa freelance de 27 años trabajando para la revista NME, y la habían enviado a cubrir el concierto de The Clash en el Royal College of Art de Londres. Tenía gripa y no se sentía con ánimos para trabajar, pero su instinto la llevó hasta el camerino, donde tomó fotos de la banda por 10 minutos antes de irse.

The Clash no tenían estilistas como las bandas de hoy en día, dice Smith. Hacían todo ellos mismos, recorriendo tiendas de segunda para armar sus atuendos. A diferencia de otras bandas con las que ella ha trabajado, incluso The Jam, de quienes Smith dice que “se paraban como ingleses. Hombro a hombro en todas las fotos”, The Clash se sentían más cómodos frente al lente.

Eran “táctiles”, tenían “mejores figuras”, y se la pasaban molestando, agarrándose de los hombros y abrazándose. “Yo necesito algo de emoción”, dice Smith.

Joe Strummer. Foto por Pennie Smith.

Luego de las fotos del Royal College of Art, Strummer invitó a Smith a seguir tomando fotos de la banda, y unos años después, a acompañarlos en su primera gira a Estados Unidos. Ahí fue donde ella logró la foto más reconocida de su carrera, aunque no es su favorita.

Prefiere otras fotos de esa gira, como la que le tomó a Simonon fumando en una chatarrería en Texas, o una de Mick Jones parado junto a un poste de luz en Nueva York.

Paul Simonon en 1979. Foto por Pennie Smith.

A pesar de ser una fotógrafa de rock mundialmente reconocida que ha retratado a los Rolling Stones, David Bowie, Morrissey y Blondie, entre otros, Smith no es particularmente fanática del género. Quizás por eso su sello como fotógrafa, según ella, son “los momentos tranquilos lejos del escenario”.

Eso hace aún más increíble que su foto más famosa sea una captura cruda de un momento de máxima energía, caos y emoción. Así como Paul Simonon se arrepintió de romper su bajo de £160, guardando los pedazos, Pennie Smith a veces se arrepiente de su fotografía.

Ha dicho que la imagen de Simonon rompiendo su instrumento se ha vuelto como un peso que carga alrededor del cuello. A veces la impulsa, a veces la retiene.

A través de los años, Smith ha reflexionado sobre su impacto. Dice que la fascinación duradera por la imagen se debe al sentimiento de “rebeldía adolescente” que captura. “Podría ser cualquiera cuando pierde la cabeza”.

Pennie Smith. Foto por Joe Strummer.

 

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