El CARISMA de Salt Cathedral

Escrito por G.

Salt Cathedral

Salt Cathedral. Fuente: Comunicado CARISMA.

Más de 24 meses después de revelar el primer abrebocas con la canción “Rude Boy”, el dúo de pop electrónico Salt Cathedral por fin lanza su álbum debut, CARISMA.

La espera fue larga porque es un disco que construyeron con calma, poco a poco, cosechando y recogiendo sus diferentes formas, influencias, ritmos y sonidos de la misma manera que un viajero colecciona recuerdos de los diferentes lugares que visita. Y Salt Cathedral visita muchos lugares musicales en este disco, desde ritmos afrocaribeños a electrónica experimental.

Pero mientras muchos discos que han sido construidos a través de años pueden sonar disparejos o inconsistentes, CARISMA tiene una sola fuerza, una sola identidad, y es una declaración de todo lo que es Salt Cathedral en este momento. A pesar de los tiempos oscuros en los que llega, el sonido del disco es tan amarillo como su carátula: cálido, alegre, y lleno de luz.

 
Portada CARISMA de Salt Cathedral

Portada CARISMA.

 

No nos confundamos, esto es pop puro, pero un pop sofisticado y elegante, hecho por dos melómanos que aprecian tanto a Four Tet, Thom Yorke y Flying Lotus como a Tego Calderón, Bad Bunny y Daddy Yankee.

Juli, la cantante, y Nico, el productor y guitarrista (y ahora también cantante por momentos) se conocieron estudiando música en el Berklee College of Music, y como buenos estudiantes han investigado todo tipo de géneros en su búsqueda por un sonido propio. Desde el jazz y el rock alternativo, hasta el dancehall y el reguetón.

Viven en una de las ciudades más diversas del mundo, Nueva York, en un barrio donde convergen el judaísmo ortodoxo con restaurantes de comida jamaiquina y fiestas típicas de sound system al aire libre. Ese entorno ha enriquecido la mezcla de culturas que encontramos en este álbum. A través de los años los dos integrantes de Salt Cathedral se dieron cuenta del valor de ser una agrupación multicultural, y acogen esa identidad, incorporando inglés, español y hasta portugués dentro del mismo disco, entrelazando idiomas con sonidos únicos.

Nico y Juli parecen haber tomado los elementos más vibrantes de los diferentes géneros que exploran, dando a CARISMA un sonido enérgico y de fiesta. Pero al detallar la letra podemos notar que contiene otra dimensión más melancólica. El disco también puede ser interpretado como una historia de amor contada de principio a fin, con sus momentos de alegría efervescente y hasta ingenuidad (“a lifetime with you”, “que corra el agua”), así como sus momentos de decepción, tristeza y olvido (“PARIS”, “Te Quiero Olvidar”).

Juli pasó por estas diferentes etapas, desde amor a primera vista, relación fugaz y ruptura tormentosa, mientras trabajaban en el disco. Y los aprendizajes que dejó esa experiencia se encuentran tan entrelazados en las canciones como los ritmos bailables y los adornos de la producción.

Todo el álbum está lleno de pequeños detalles, como las armonías extrañas y hermosas en el coro de “Te Quiero Olvidar”, o el efecto de la voz de Juli al revés al final de “muévelo”. Elevan cada canción más allá del baile, complaciendo no solo caderas y pies, sino mente y espíritu también.

Detrás de la voz de Juli y los arreglos sofisticados de Nico, los beats son insistentes y a veces hasta pesados, como en “tus ojos”; donde toman una letra que podría sonar demasiado tierna y frágil en manos de otro grupo y le dan la sensación de que está saliendo del parlante potente y ligeramente dañado de una fiesta callejera. Esto le da carácter y fuerza a la canción, y es un recurso muy bien aprovechado a través de todo el disco.

Hablando de sistemas de sonido potentes y ligeramente dañados, Juli y Nico recordaron sus fiestas de adolescentes en Bogotá con “muévelo”, incluyendo un guiño al clásico de 1991 de El General. Aquí encontramos la primera aparición de la voz de Nico, llena de efectos y convertida en un dulce auditivo que lleva la idea originalmente esbozada por El General a una lógica y muy satisfactoria conclusión. Aunque Nico se pudo sentir tímido al empezar a cantar al lado del prodigio que es Juli, el contraste que generan las dos voces funciona muy bien. Rápidamente se ha convertido en uno de los momentos más esperados de su show en vivo.

Juli, quien ha ido encontrando su propia voz con cada canción que han lanzado, deslumbra y sobresale. Su habilidad es tanta que logra moldear su voz como un instrumento imaginario, alcanzando a través de melodías, notas repetitivas, armonías y saltos melódicos una vibración expresiva que por momentos es tan linda que dan ganas de llorar. Así mismo estira y moldea las palabras como plastilina, creando las formas que se le dan la gana, como en “PARIS”, donde estira el nombre de la ciudad titular a unas cinco sílabas impecablemente cantadas.

Un tesoro escondido de CARISMA es “my love”, que comienza con unas líneas de guitarra que nos recuerdan que Nico es un guitarrista extraordinario; un virtuoso que escoge utilizar su instrumento de manera diferente, explorando el carácter cálido y humano que puede aportar dentro de una producción electrónica.

Esta y la última canción proporcionan el momento más experimental del disco, recordando otros momentos contemplativos de su discografía, como la obra maestra “No Ordinary Man” o “Fragments”. Da mucha felicidad que hayan encontrado un espacio en el disco para ese lado de su sonido, y esperamos que Juli y Nico lo sigan explorando al mismo tiempo que expanden sus influencias y su alcance.

Es una gran penúltima canción en un álbum con una secuencia de canciones impecable. El orden es tan perfecto de principio a fin que uno se podría preguntar si fue producto de un profundo análisis, casi matemático, donde consideraron todos los posibles variables antes de llegar a este resultado. Pero Nico respondió en un reciente live stream que ese orden simplemente era el que se “sentía bien” para ellos. Lo que sí fue pensado fue su estructura de pirámide con el clímax en la mitad, según Nico, que juntó sus manos en forma de triángulo mientras la describía.

La canción “a second chance” cierra el álbum con uno de sus momentos más sinceros; una carta abierta a los fans de la banda, esperando no decepcionarlos. “La escribí para pedirles un chance porque nos demoramos mucho con este disco”, Juli comentó.

Se podría interpretar también como un cierre a toda la historia de amor retratada en el álbum. Es esa última reflexión que uno puede tener incluso mucho después del final de una relación, ese deseo imposible de volver a intentarlo. Todos en algún momento hemos querido una segunda oportunidad. Pero es imposible volver al pasado. Y ante esa imposibilidad, CARISMA de Salt Cathedral parece sugerir que solo nos queda vivir el presente, bailar y olvidar mientras pasa el tiempo y llega un nuevo amor, con una nueva canción.


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